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Al borde del abismo
01:31
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ULISES
¡Oh, reino corrupto que te hallas al borde del abismo
Donde ni las leyes se acatan, ni hay justicia alguna
Sino que todo se compra y se vende con oro!
Donde un simple libertino ha conspirado
Con tal éxito, que sus conocidas,
Y mayores villanías, de pequeñas a grandes,
Todos defienden vociferando, sin mirar
La verdad ni las consecuencias finales.
Esta gente no comprende, no presiente
Qué clase de tumor maligno corroe
A la juventud infame que puso precio
a la virtud y la ignominia.
Frente a ellos es difícil ser honesto y bueno,
Ellos traen la ruina, a sus casas, la pobreza
Y la misma muerte (¡Oh, Troya tú lo verás!)
Y dando el peor ejemplo esos depravados
arrastran a muchos más.
¡Mira esos séquitos de parásitos
cebados como cerdos que los siguen!
¿Creéis que de esta manada surja alguien capaz
de servir a la patria? ¿O llevar armadura
el que hasta sus ropas de seda a veces le cuesta llevar?
¿Cómo podrá estar alerta cuando al mediodía acostumbra dormir?
¿Cómo se enfrentará al enemigo ese beodo perdido?
Se creen distintos, y, sin creerlo, llaman a la guerra:
¡Oh, Dios, al lado de esos hombres nunca me hagas luchar!
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2. |
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3. |
La destrucción del reino
03:24
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CORO
Vosotros, que la república gobernáis,
Y la justicia humana, en la mano agarráis;
A vosotros, se os confiaron las vidas humanas.
Que fuerais los pastores del rebaño divino:
Debéis tener siempre presente en vuestro pensamiento:
Que representáis la justicia de Dios en la tierra,
Desde la cual, más que velar por vuestra fortuna
Debéis cuidar el bien común del género humano.
Sobre los más humildes tenéis el poder,
Pero por encima tenéis al Señor,
A quien deberéis rendir cuentas:
Un día, los que fueron injustos pagarán por ello!
El Señor no quiere regalos, y nunca pregunta
Si un campesino o un caballero ante Él se presenta,
Que su nacimiento o sus ropajes sean finos o vulgares:
Sus acciones malvadas serán castigadas.
Poco daño hacemos los hombres en el entorno
Nuestros pecados nosotros los pagamos.
Pero los crímenes de nuestros gobernantes
Aniquilan ciudades y grandes reinos destruyen.
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FRANKEL Madrid, Spain
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